Durante este excepcional 2020, desde Sacyr hemos trabajado incansablemente para paliar los efectos de la pandemia en la sociedad y para proteger a los más de 44.000 profesionales que componen la compañía, nuestros clientes y usuarios, y nuestros colaboradores.
En estas difíciles circunstancias se ha puesto de manifiesto la solidez de nuestro modelo de negocio, que tiene su foco en las actividades concesionales con bajo riesgo de demanda. En 2020, el EBITDA aumentó el 6,5%, hasta 724 millones de euros, la cifra de negocios creció el 9,1%, hasta los 4.548 millones de euros, y la rentabilidad (margen sobre EBITDA) se situó en el 15,9%, ligeramente por debajo (-0,4 pp) de la obtenida en 2019.
Cerca del 80% del EBITDA procedió de los negocios concesionales de las tres áreas de negocio: Concesiones, Ingeniería e Infraestructuras y Servicios. Gracias a este foco, la compañía no está sufriendo un impacto significativo por la pandemia.
El beneficio neto atribuible del grupo fue de 36 millones de euros, frente a las pérdidas cosechadas en 2019 por la partición en Repsol.
Si observamos la evolución de los negocios, el beneficio neto se situó en 181 millones de euros, frente a los 120 millones alcanzados en 2019.