En Sacyr construimos y conservamos miles de kilómetros de infraestructuras viarias en todo el mundo. Conocer su estado y anticipar su evolución es vital para garantizar su funcionalidad y seguridad.
El Informe sobre Necesidades de Inversión en Conservación 2025 de la Asociación Española de la Carretera estima que hay que destinar 13.491 millones de euros para poner a punto la red viaria nacional. Esta cifra, récord histórico, representa un incremento del 43% respecto a 2022.
Conscientes de esta necesidad, en Sacyr estamos desarrollando Apromac, una herramienta que predice el estado del firme de las carreteras. Para ello, aplicamos tecnologías como big data e inteligencia artificial con el objetivo de prever la evolución de los principales parámetros que definen el estado de una infraestructura vial.
“No solo utilizamos datos de la propia infraestructura, sino que en el análisis también incorporamos información estandarizada de otras carreteras de Sacyr Concesiones y estudios sobre cómo influyen factores como la temperatura o las precipitaciones”, explica Sergio Campos, gestor del proyecto.
Esta herramienta nos permite mejorar la planificación a través de modelos predictivos para indicadores de deterioro como la macrotextura, las roderas (hundimientos en la banda de rodadura) y el coeficiente de rozamiento transversal (CRT). Además, se han entrenado y validado diversos tipos de modelos para identificar cuál ofrece mayor precisión en las predicciones.
El primer hito del proyecto se alcanzó a finales de 2023 y el segundo está previsto para finales de 2025.
Para el desarrollo de Apromac se han considerado diversas carreteras gestionadas por Sacyr: Ruta del Desierto y Limarí (Chile); Turia, Pamasa, Eresma y Aunor (España); Pamplona-Cúcuta (Colombia); y Pirámides-Tulancingo-Pachuca (México).
Este proyecto cuenta con un presupuesto de medio millón de euros y se desarrollará hasta el 31 de diciembre de 2025. Una vez finalizado, Sacyr Concesiones dispondrá de una herramienta avanzada para la predicción a largo plazo del comportamiento de las carreteras.
El proyecto está cofinanciado por la Unión Europea, Fondos Europeos, Ministerio de Hacienda y CDTI a través del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.
En el futuro, esta herramienta tendrá dos grandes impactos: permitirá ajustar mejor los modelos de reinversión en las licitaciones de carreteras (año, impacto financiero, etc.) y facilitará el seguimiento en la fase de operación, permitiendo estimar la degradación de las carreteras para planificar y ejecutar las actualizaciones necesarias de forma más eficiente.


