El corredor vial Rumichaca-Pasto, gestionado por Concesionaria Vial Unión del Sur (Sacyr Concesiones), es uno de los proyectos más destacados de Sacyr en Colombia.
Durante el proceso de construcción, descubrimos cientos de restos con los que ha trabajado el prestigioso arqueólogo Marcos Martinón-Torres.
Martinón-Torres, comisario de la mayor exposición en Europa de los guerreros de terracota de Xi'an (China), ha coordinado el análisis de las piezas con David Alejandro Pérez Fernández, jefe del programa de arqueología preventiva del proyecto Rumichaca-Pasto entre 2016 y 2023 y actualmente jefe de arqueología del proyecto Unión vial Camino del Pacifico, otro proyecto interesante de Sacyr en Colombia.
Martinón-Torres; Lina Campos Quintero (izda), arqueóloga del Museo del Oro; Kate Klesner, del equipo de Martinon, con David Alejandro.
“La región de Nariño cuenta con una enorme riqueza arqueológica. Los descubrimientos que se hicieron en el proyecto Vial Unión del Sur son excepcionales, entre los mayores de la historia reciente de Colombia. Se han localizado tumbas prehispánicas que nos proporcionan miles de objetos y nos dan a conocer la riqueza y diversidad de sus tecnologías y rituales funerarios”, afirma el Martinón-Torres.
“Gracias al excelente trabajo de los arqueólogos de Sacyr, hemos podido llevar a cabo una parte muy importante de nuestro proyecto Reverseaction, financiado por el Consejo Europeo de Investigación. Este proyecto trata de explicar cómo las sociedades sin estructura de Estado manejaban tecnologías complejas y de lujo, como la orfebrería, la producción textil o las piedras preciosas. Este tipo de objetos siempre los asociamos a reyes o faraones”, explica el investigador.
"La importancia de incluir la mirada de investigadores europeos y técnicas científicas avanzadas es ampliar las posibilidades de interpretación de los materiales arqueológicos hallados durante las excavaciones arqueológicas realizadas en la doble calzada Rumichaca-Pasto, y de esta manera establecer reflexiones profundas respecto a las antiguos habitantes de esta región y sus formas de vida en relación al usos de sus tecnologías cerámicas", afirma David Alejandro.
“Hacemos análisis científicos aplicando técnicas de las ciencias naturales, geológicas y físicas para entender mejor unos objetos que tienen 1.500 años”, explica Martinón-Torres.
Las tres técnicas principales que utiliza son:
-Los análisis químicos a objetos de cerámica para tratar de entender las arcillas y pigmentos que empleaban.
-El microscopio electrónico de barrido para observar la microestructura de los objetos.
-Los modelos en 3D permiten estudiar su morfología para entender mejor sus procesos de manufactura.
“La colaboración con David Pérez y el equipo de arqueólogos de Sacyr no podría haber sido más enriquecedora y sinérgica. Desde el primer momento, han estado abiertos a compartir sus descubrimientos”, explica el prestigioso arqueólogo.
“Nos ha impresionado la profesionalidad del registro arqueológico y la cantidad de metros excavados y de objetos encontrados. Cuando llegamos, ya estaban hechas todas las excavaciones. Apoyados en el trabajo arqueológico de Sacyr, hemos podido aportar nuestros conocimientos científicos” afirma Martinón-Torres.
“Queda mucho por hacer. Tal y como está concebido nuestro proyecto, se prolongará hasta 2026. Estamos pensado volver a Pasto a principios del año que viene para empezar a divulgar los resultados y dar los siguientes pasos. También desarrollaremos nuestra colaboración con el Museo del Oro en Pasto, así como con comunidades indígenas”, afirma el científico.
El equipo ha empezado a colaborar con estas comunidades para entender mejor su historia y, al mismo tiempo, para poder integrar las tecnologías prehispánicas en las artesanías tradicionales actuales. “Sólo podemos hacer este trabajo si sentimos que somos bienvenidos y podemos aportar algo a las comunidades locales”, subraya.
Por ejemplo, su equipo está colaborando con una comunidad que busca arcillas para la alfarería tradicional. Los investigadores comparan estas arcillas con las que se utilizaban hace miles de años y entienden mejor los pigmentos del pasado.
Además, Kate Klesner, una investigadora postdoctoral de la Universidad de Cambridge, del equipo de Martinón-Torres, ha trabajado con estudiantes de universidades de Colombia para analizar estos hallazgos.
“La idea es publicar algo en conjunto, esperamos hacerlo este año, con Kate y Marcos. Los informes, de casi 4.000 páginas, nos permitirán crear un libro y ampliar el conocimiento sobre las sociedades humanas que habitaron este lugar del mundo”, afirma David Pérez.
Según Martinón-Torres, las excavaciones en esa zona son de las más extensas y numerosas que se conocen en todo el mundo.