ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
De Vértigo a Superman pasando por X-Men, El origen del planeta de los simios y Godzilla. Todas estas películas tienen algo en común: en ellas, tiene un papel importante el emblemático Golden Gate. Situado en la Bahía Norte de San Francisco, este puente es uno de los puentes colgantes más largos del planeta. Recordamos cómo se levantó y por qué ha llegado a convertirse en el símbolo más representativo de San Francisco.
Los desafíos para erigir el gran puente colgante
La construcción de esta maravilla arquitectónica, que conecta la ciudad de San Francisco con el condado de Marin, comenzó el 5 de enero de 1933. Fue entonces cuando los obreros empezaron a excavar unos 92.000 metros cúbicos de tierra para fijar los anclajes gigantescos del puente. Inicialmente se pensó que construir esta estructura era una “misión imposible”. Además de los desafíos técnicos y de seguridad, se temía que en plena Gran Depresión las barreras económicas para desarrollar el proyecto bloquearan su éxito. Pero finalmente se consiguió recaudar los fondos necesarios para erigir esta megaestructura.
Levantar esta obra de ingeniería costó más de 35 millones de dólares y supuso un auténtico hito: era el puente colgante más largo y alto del mundo en ese momento. Mantuvo el récord de longitud hasta que le superó el puente Verrazano Narrows en 1964, de la ciudad de Nueva York. El Golden Gate tiene una longitud de 2.737 metros de largo y está suspendido sobre dos torres de 227 metros cada una. Cuenta con una calzada de seis carriles, además de vías destinadas a peatones y bicicletas.
Sus dos torres gigantescas soportan dos grandes cables de acero. Cada uno de ellos tiene un grosor de aproximadamente un metro de diámetro, pesa 12.000 toneladas y está compuesto de unos 27.572 cables individuales —cada uno con el grosor aproximado de un lápiz—. La implementación de los anclajes de las torres, que son de hormigón, se vio interrumpida en numerosas ocasiones por tormentas y grandes mareas.
Además de los desafíos técnicos y de seguridad, se esperaba que las barreras económicas para desarrollar el proyecto bloquearan su éxito. Crédito: Golden Gate Bridge, Highway and Transportation District.
Una vez construido, fue pintado de urgencia para evitar que el océano Pacífico oxidara toda su estructura. La Marina de los Estados Unidos presionó para que el puente se recubriera con franjas negras y amarillas de cara a aumentar su visibilidad. Pero finalmente el color escogido fue el llamado “naranja internacional”. Algunos de los metales que llegaron al puente estaban pintados de ese color, que a día de hoy se usa en la industria aeroespacial para diferenciar los objetos de su entorno. Un arquitecto asesor decidió que este color también era muy visible en la niebla y resultaba más agradable a la vista. En ocasiones la pintura resulta clave para garantizar el mantenimiento de una estructura. En este caso, tenía como objetivo evitar que el puente se oxidara con el agua y protegerlo de la humedad.
Medidas de seguridad para “engañar a la muerte”
Liderada por el ingeniero jefe Joseph B. Strauss, la construcción del puente suscitó múltiples desafíos de seguridad. Para sortear los fuertes vientos y las alturas imponentes al construir el puente, Strauss priorizó la seguridad de los trabajadores. "En el puente Golden Gate, tuvimos la idea de que podíamos engañar a la muerte proporcionando todos los dispositivos de seguridad conocidos para los trabajadores", escribió en 1937 para The Saturday Evening Post.
El Golden Gate no fue el primer gran trabajo en contar con cascos y líneas de seguridad, pero fue el primero en hacer cumplir su uso con la amenaza de despido, según recoge el libro Spanning the Golden Gate. Algunos empleados tuvieron que usar mascarillas para no inhalar partículas contaminantes, gafas antideslumbrantes para evitar daños oculares por el sol reflejado en el agua y crema para proteger las manos y el rostro de los fuertes vientos. Además, con el fin de evitar caídas y accidentes, se instaló una red de seguridad debajo del suelo del puente. Aunque esta red salvó la vida de 19 personas —conocidas como el Half Way to Hell Club—, murieron 11 hombres durante la construcción del puente. Diez de ellos fallecieron en el mismo accidente.
Para sortear los fuertes vientos y las alturas imponentes al construir el puente, Strauss priorizó la seguridad de los trabajadores. Crédito: Danieljbmitchell.
Las normas de seguridad de Strauss se consideraron las más rigurosas en la historia de la construcción de puentes. Los trabajadores también tuvieron que soportar otros incidentes. En 1935 un terremoto sacudió la región mientras algunos hombres trabajaban en lo alto de una de las torres del puente. Uno de los empleados recuerda esta se balanceaba para un lado y el otro. “Había 12 o 13 tipos en la parte superior sin forma de bajar. Todo se balancearía hacia el océano, los muchachos decían '¡aquí vamos!' y después se balancearían hacia la bahía ".
Una emblemática arteria arquitectónica
El puente se inauguró oficialmente el 27 de mayo de 1937. Ese día se reservó a los peatones. Unas 200.000 personas lo cruzaron, según el diario San Francisco Chronicle. Algunas competían para ser las primeras en correr, empujar un cochecito de bebé e incluso patinar sobre ruedas por el icónico Golden Gate. Al día siguiente, el 28 de mayo, llegó el turno de los coches. En total unos 25.000 coches cruzaron el puente durante la jornada. Ese mismo día, además, decenas de aviones de la Armada de Estados Unidos sobrevolaron el puente y múltiples barcos de todos los tamaños pasaron por debajo del mismo. La expectación era tal que las celebraciones por la inauguración del puente duraron nueve días.
Unas 200.000 personas cruzaron el Golden Gate el día de su inauguración. Crédito: Golden Gate Bridge, Highway and Transportation District.
Desde entonces más de 2.240 millones de coches y millones de personas han cruzado este icónico puente. En la celebración del 50 aniversario de su inauguración, se cerró al tráfico y se reservó a los peatones. Unas 300.000 personas apiñadas llegaron a estar a la vez encima de esta estructura y una parte del puente se hundió. Las autoridades lo cerraron rápidamente y no permitieron que cruzaran otras 600.000 personas más que estaban a la espera. Más tarde, los ingenieros explicaron que en realidad el puente fue construido para doblarse ligeramente por lo que nunca corrió el riesgo de colapsar.
"Probablemente fue la carga más grande que el puente haya visto", dijo Mark Ketchum, ingeniero de puentes de San Francisco. Pero, según el experto, no se excedió la capacidad de carga de diseño del puente. Greg Deierlein, profesor de ingeniería civil y ambiental de la Universidad de Stanford explicó que en puentes colgantes completamente cargados del tamaño del Golden Gate, es normal tener "desviaciones" de hasta diez pies (unos tres metros).
El Golden Gate también ha soportado durante todos estos años los efectos de varios terremotos y fuertes vendavales. Además de ser uno de los puentes colgantes más largos del mundo y el escenario de múltiples películas icónicas, es un enlace de transporte vital. En total, cerca de 40 millones de vehículos lo cruzan cada año. El Golden Gate fue la mayor obra de ingeniería de su época. Aún a día millones de personas de todo el planeta siguen acercándose a admirar esta emblemática arteria arquitectónica.
· — —
Tungsteno es un laboratorio periodístico que explora la esencia de la innovación. Ideado por Materia Publicaciones Científicas para el blog de Sacyr.