ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
La británica Jane Drew fue una de las primeras arquitectas de su país. En un sector dominado por hombres, fue pionera en el campo de la arquitectura tropical moderna. Se convirtió en una referente y en la actualidad uno de los premios para arquitectas más conocido de Reino Unido lleva su nombre. Analizamos la vida y obra de esta mujer convencida de que los edificios debían ser construidos con materiales y técnicas apropiados para el clima local.
De diseñar cocinas a referente del modernismo tropical
Drew se graduó en la prestigiosa escuela Architectural Association, de Londres, en 1929. Una de las primeras ofertas de diseño que recibió consistía en rediseñar una cocina, algo que solía ocurrirle a las mujeres en la época. Pese a que se sintió ofendida, comenzó su carrera diseñando cocinas ergonómicas y fue responsable de la altura estándar de los hornos que todavía se utilizan en la actualidad. Eso sí, después creó una firma de arquitectura solo para mujeres con el objetivo de que pudieran triunfar en una profesión dominada por los hombres. Pero sus planes se truncaron: en la Segunda Guerra Mundial el edificio en el que trabajaba fue bombardeado.
Jane Drew trabajó junto a su marido, el arquitecto Maxwell Fry. Crédito: Biblioteca del RIBA / ICA.
Años más tarde se casó con el arquitecto Maxwell Fry. Ambos se centraron en obras públicas en África occidental. Entre los edificios que diseñaron, se encuentran varias escuelas en Ghana y la Universidad de Ibadan, en Nigeria. Al incorporar en ellas motivos de diseño nativos, crearon un nuevo estilo conocido como modernismo tropical. Sus estructuras destacaban además por la comodidad y porque aprovechaban la sombra y la ventilación natural. Detalles que plasmó en sus libros Vivienda rural en los trópicos y Arquitectura tropical en la zona húmeda.
Drew veía la arquitectura como un medio artístico, pero la valoraba más como una herramienta de reforma y que permitía el acceso a la educación y la salud, indica The Architectural Review. "Practiqué la arquitectura en un tiempo lleno de esperanza y optimismo. En un tiempo en el que sentíamos que los cambios en la arquitectura y el urbanismo que proponíamos transformarían las condiciones de vida y mejorarían el mundo. En un tiempo de gran esperanza en el futuro”, dijo la británica según recoge la revista Architectural Digest.
Jane Drew es considerada una pionera del modernismo tropical. Crédito: AA School of Architecture.
Uno de los mayores experimentos de arquitectura
El trabajo de Drew en África llamó la atención del gobierno de la India, por lo que recurrieron a ella. La arquitecta trabajó durante tres años codo con codo con Le Corbusier para diseñar la ciudad de Chandigarh. Ubicada aproximadamente a 250 kilómetros al norte de Nueva Delhi, en las llanuras del Punjab, destaca por un sistema cuadriculado en un país cuyos centros urbanos suelen ser sinónimo de caos.
Chandigarh es considerado uno de los mejores experimentos de planificación urbana y arquitectura moderna del siglo XX en la India. La ciudad fue concebida como una ‘ciudad jardín'. “Se descartaron los edificios verticales y de gran altura, teniendo en cuenta las condiciones socioeconómicas y los hábitos de vida de la gente”, recoge el portal Architectuul. Para describir el plan, se utilizó la metáfora de un ser humano: la 'cabeza' contenía el complejo de la capital, el 'corazón' el centro comercial, y los 'brazos', que eran perpendiculares al eje principal, albergaban las instalaciones académicas y de ocio.
El objetivo era que Chandigarh fuera una nueva ciudad moderna y funcional. Crédito: City Beautiful.
En la década de 1960 Drew regresó a Reino Unido. De esa época destaca una de sus obras: el interior del Instituto de Arte Contemporáneo de Londres, para el que incluso diseñó parte del mobiliario. Drew utilizó la arquitectura como herramienta para mejorar la salud, el bienestar general y condiciones de vida de las personas. Fue profesora tanto en Harvard como en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y, con el tiempo, se convirtió en una de las arquitectas más queridas de Gran Bretaña, según la enciclopedia Britannica. Fue además la primera mujer en formar parte del Consejo del Real Instituto de Arquitectos Británicos. Unos meses antes de su muerte, en 1996, recibió el premio Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico.
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