ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
Las bombas rusas en Ucrania han derribado centenares de estructuras y servicios públicos, además de kilómetros de carreteras. Desde que comenzó la invasión al país, el pasado 24 de febrero, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés) ha registrado daños en más de 60 sitios religiosos, 10 museos, 40 edificios históricos o dedicados a actividades culturales, 15 monumentos y casi una decena de bibliotecas.
A medida que continúa la invasión rusa, Ucrania intensifica los esfuerzos para proteger el patrimonio cultural. De hecho, pese a que el conflicto bélico continúa, el país ya ha comenzado los preparativos para la reconstrucción de ciudades, comunidades e infraestructuras destruidas por los rusos. Así lo ha anunciado anunció el presidente del país, Volodymyr Zelenski, que ha subrayado que el principal objetivo es devolver la vida normal a todo el territorio en el que han entrado los ocupantes rusos y donde los misiles han impactado.
Uno de los grandes retos de Europa, según el Fondo Monetario Internacional, será reconstruir Ucrania y su economía, de forma que se incentive el retorno de los refugiados: "La reconstrucción de las infraestructuras destruidas requerirá gran cantidad de financiación con un componente importante de subvención".
Además de que Ucrania ha asignado 1.400 millones de UAH —unos 44 millones de euros— para restaurar la infraestructura crítica en cinco regiones, ha recibido el apoyo de Reino Unido, Dinamarca, Japón, Italia, Rumania y otros países para unirse a la restauración de los territorios afectados. "No solo queremos reconstruir, sino que haremos mejor y más moderno todo lo que fue destruido por los rusos, lo que significa que habrá una gran transformación de la economía ucraniana después de la guerra. Debemos construir una nueva Ucrania con vosotros", ha afirmado el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal. De momento, ya están en marcha la reconstrucción y limpieza de algunos caminos, el restablecimiento del suministro eléctrico y el desminado de territorios.
Iglesias dañadas y con cristaleras hechas añicos
Entre los lugares emblemáticos que han sufrido los efectos del conflicto, hay varios templos religiosos. Por ejemplo, la Iglesia ortodoxa de Santa Catalina, en Chernihiv, una ciudad histórica en el norte de Ucrania. Esta estructura, llamativa por sus cinco cúpulas doradas, resultó dañada en un ataque con cohetes en marzo, según npr, el servicio de radiodifusión pública de Estados Unidos. "Golpearon la iglesia justo antes de la misa", explicó el padre Mykolai, que mostró fragmentos de metralla recogidos entre los adoquines rotos del exterior. En teoría, algunos soldados ucranianos custodiaban un cruce cercano, pero el ataque no les afectó. "Dijeron que la iglesia los salvó", afirmó Mykolai.
Entre las más de 60 estructuras religiosas dañadas, según la UNESCO, también se encuentran algunas iglesias de la región de Kiev —como la de la Resurrección de Cristo— y de otras regiones como Kharkiv —por ejemplo, la de Holy Queen Tamara— o Donetsk.
En esta última región, ha resultado dañada, por ejemplo, la Catedral de San Miguel Arcángel, ubicada en Mariupol. Tras semanas de incesantes bombardeos rusos, a día de hoy la cúpula de esta catedral ortodoxa es un montón de acero y ladrillos destrozados, según recoge la BBC. Además de que las ventanas de vidrio se han hecho añicos, en sus paredes de ladrillo rojo permanecen algunos agujeros.
A medida que continúa la invasión rusa, Ucrania intensifica los esfuerzos para proteger el patrimonio cultural. Crédito: Wikimedia Commons.
Teatros, museos y bibliotecas reducidos a escombros
Aparte de las iglesias, también han sido dañados y destruidos algunos teatros, museos, bibliotecas y monumentos. El pasado 16 de marzo, Rusia bombardeó el Teatro Dramático de Mariúpol, donde se refugiaban cientos de civiles. Pese a que algunos sobrevivieron, en total murieron cerca de 600 personas, según una investigación realizada por Associated Press. Este edificio de piedra, construido con pilares blancos y un techo rojo, permaneció en el corazón de Mariupol durante 60 años y había sido dispuesto como refugio antiaéreo teniendo en cuenta su tamaño, la resistencia de sus paredes y su gran sótano. Pese a que el escenógrafo del teatro escribió con pintura blanca la palabra “niños” en el suelo con la esperanza de evitar ataques aéreos, los bombardeos rusos dejaron el edificio reducido a escombros.
Hasta 600 personas murieron en el ataque ruso al teatro de Mariúpol. Crédito: Associated Press.
También han resultado dañadas la Biblioteca Científica Universal Regional de Korolenko, en Donetsk, el Museo de Arte Regional de Chernihiv o los Palacios de la Cultura de Mariupol y Lozova. Este último edificio, ubicado en la región de Kharkiv, fue destruido por un bombardeo en mayo. “Los ocupantes han identificado la cultura, la educación y la humanidad como sus enemigos. Y no escatiman ni en misiles ni en bombas. ¿Qué hay en la mente de las personas que eligen estos objetivos? Maldad absoluta”, afirmó tras el ataque Zelenski.
Algunos monumentos también han sido dañados por las fuerzas aéreas rusas. Es el caso de uno conmemorativo a los soldados afganos, en Kiev, o del memorial del Holocausto Drobitsky Yar, a las afueras de Kharkiv. Se trata de un monumento en memoria de los judíos que fallecieron durante la Segunda Guerra Mundial. “Los nazis han regresado. Exactamente 80 años después”, publicó el Ministerio de Defensa de Ucrania en Twitter el pasado 26 de marzo.
Las fuerzas aéreas rusas también han dañado un monumento a la entrada del complejo conmemorativo Drobitsky Yar. Crédito: Ministerio de Defensa de Ucrania.
"Estamos muy preocupados por la situación tanto a nivel humanitario como del patrimonio cultural. El patrimonio de la humanidad está en peligro (en Ucrania)", ha afirmado Ernesto Ottone, subdirector general de cultura de la UNESCO. Más allá de los sitios emblemáticos citados, muchas otras infraestructuras han sido destruidas o dañadas, según el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski: más de 32 millones de metros cuadrados de espacio habitable, 1.500 instalaciones educativas, 350 instalaciones médicas, alrededor de 2.500 kilómetros de carreteras y casi 300 puentes. Mientras que la invasión está infligiendo daños en las infraestructuras valorados en 4.500 millones de dólares a la semana, según la la Escuela de Economía de Kiev, Ucrania afirma haber comenzado la reconstrucción de ciudades e infraestructuras.
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