¡Qué vienen los indios! Apaches, cheyenes, cheroquis, sioux…mucho se ha escrito y hablado sobre los indios americanos. Sus danzas rituales, sus dioses y misticismo, la pipa de la paz o sus guerras tribales forman ya parte del imaginario colectivo. Pero más allá del Far West, Búfalo Bill, los tepees o Toro Sentado, los nativos de América del Norte nos dejaron un modo de comunicación que, si bien otras culturas ya habían utilizado previamente, la inmensa mayoría de los mortales asocia a los indios americanos: las señales de humo.
En el siglo XIX, las tribus indias seguían utilizando el poder del humo para comunicarse. El lenguaje del viento y la voz del fuego eran el cóctel perfecto para fabricar señales destinadas a comunicar mensajes complejos y codificados que alertaban de algún ataque enemigo o situación de peligro. Un método de comunicación diferente que ayudaba a proteger sus dominios y a garantizar la seguridad de los miembros de la tribu.
El mar también tiene sus propios códigos, su vocabulario, sus rituales, su particular modo de comunicación. Que se lo digan al RMS Titanic, el mayor barco del mundo nunca antes construido.
El 10 de abril de 1912, la joya de la corona de la White Star Line zarpaba del puerto de Southampton, Reino Unido, destino Nueva York. Cuatro días después de partir, el lujoso transatlántico británico sufría el impacto de un iceberg que provocaba daños irreparables en su estructura. Viendo la magnitud del desastre, la tripulación, con el capitán Edward John Smith al mando, enviaba desesperadamente señales de socorro SOS en código morse a cualquier barco que estuviera cerca. Al mismo tiempo, el cielo se llenaba de luz y humo procedentes de las bengalas que pedían desesperadamente auxilio. Códigos de comunicación marítimos que informaban de un estado de emergencia en alta mar y con un propósito común: salvar la vida de todos los pasajeros a bordo del buque.
Si bien estos acontecimientos han sido hitos importantes en la historia de la humanidad, también marcaron un precedente en la manera de informar sobre situaciones de peligro. Sistemas de advertencia utilizados en momentos muy puntuales para enviar mensajes concretos y con un mismo fin: reforzar la seguridad de las personas y protegerlas ante posibles amenazas.
En la actualidad, las nuevas tecnologías nos ofrecen un sinfín de oportunidades que posibilitan la puesta en marcha de innovadoras soluciones que contribuyen a mejorar la seguridad y protección de trabajadores y conductores durante las operaciones de mantenimiento vial, cubriendo aspectos relevantes como la información, prevención, detección, aviso y protección.
En Sacyr, impulsamos la creación y desarrollo de proyectos que ponen el foco en eliminar cualquier potencial amenaza que suponga un riesgo para la integridad de nuestros profesionales. En esta línea, lanzamos, en nuestra última edición de Sacyr iChallenges, el reto “Visión 0 para cortes de carril”, un desafío de Sacyr Conservación que busca reducir las muertes y lesiones graves en las carreteras. Y es que los cortes de carril tienen un alto nivel de exposición para nuestros operarios, tanto en la colocación y retirada de los elementos como durante la propia actuación en la vía.
Desde Sacyr, estamos realizando una labor de vigilancia tecnológica que nos facilita la identificación temprana de nuevas soluciones que nos ayudan a dar respuesta a nuestros retos. En este contexto, hemos conocido la solución de Corus Consulting, uno de los agentes innovadores participantes en la tercera edición de Sacyr iChallenges, que nos permite prevenir, detectar e informar, en tiempo real, de cualquier situación que pueda comprometer la seguridad de nuestros trabajadores en cortes de carril.
Es una solución potenciada por Inteligencia Artificial (IA) que facilita la anticipación y comunicación ante cualquier riesgo, mejorando el entorno en que se realizan las operaciones de mantenimiento de carreteras y asegurando la protección de nuestros profesionales y de todos los usuarios de la vía. El sistema combina tecnología LIDAR y cámaras 4K siendo capaz de cubrir grandes distancias mediante el uso de repetidores de alarma. Además, estos dispositivos pueden integrarse con wearables que alertan al operario, a través de la vibración o el sonido, de algún posible peligro.
Para conocer la solución de primera mano, miembros de los equipos de Sacyr Conservación, Seguridad y Salud e Innovación Corporativa se desplazaron a las inmediaciones del túnel de los Yébenes (Toledo), donde Corus Consulting realizó una demo de su sistema.
Sin duda, los sistemas de previsión y advertencia seguirán evolucionando en los próximos años. La innovación y las nuevas tecnologías continuarán potenciando la irrupción de soluciones destinadas a informar, predecir, detectar y proteger a miles de ciudadanos ante cualquier amenaza. Por tierra, mar o aire, la seguridad está garantizada. Del Titanic a los wearables, del morse al 4K, de los indios a la Inteligencia Artificial.