Sacyr aumentó el 17% su EBITDA en el primer trimestre de 2021, hasta alcanzar los 194 millones de euros, gracias a la buena evolución de sus negocios y el acierto de su modelo empresarial, que tiene un marcado carácter concesional. De hecho, los activos concesionales, con riesgo de demanda limitado, aportaron el 81% de este EBITDA, cuatro puntos porcentuales más que en el mismo trimestre de 2020.
Este crecimiento se ha obtenido en un entorno desafiante por la crisis de la Covid-19. Sacyr ha seguido durante este trimestre desarrollando medidas preventivas frente a la pandemia en todos sus centros de trabajo, con la seguridad de empleados, colaboradores y clientes como prioridad en el desarrollo de sus actividades.
En el primer trimestre del año, la cifra de negocios creció el 7%, hasta los 1.057 millones de euros, y la rentabilidad (margen sobre EBITDA) escaló hasta el 18,3%, significativamente superior a la alcanzada en el primer trimestre del año pasado (16,8%). El flujo de caja operativo creció el 31%, hasta 117 millones de euros.
El beneficio neto alcanzó los 26 millones de euros, el 20,6% menos que en entre enero y marzo de 2020, debido a que el año pasado se contabilizaron los resultados extraordinarios por la venta de la autopista de Guadalmedina.
La cartera de ingresos futuros cerró el primer trimestre en 40.189 millones de euros, el 3% más que a cierre de 2020, gracias a la incorporación de nuevos proyectos de construcción y concesionales.
Prioridad: reducción de la deuda corporativa
Sacyr sigue marcando como prioritaria la reducción de la deuda corporativa, que este trimestre aumenta de forma puntual por el pago de la devolución de anticipos decretado en el laudo de 2020 sobre el contrato de Panamá.
La compañía prevé rebajar a final de año la deuda neta con recurso en cerca de 300 millones de euros, un tercio de la cifra registrada a cierre de marzo.
Para ello, trabaja en diferentes fórmulas, entre las que se encuentra una operación de financiación verde. El objetivo de esta operación es asociar la deuda de proyectos de servicios medioambientales a los propios ingresos que genera la actividad. Los recursos obtenidos en esta financiación se destinarán a reducir la deuda con recurso del grupo.
Además, se destinarán a este fin los flujos sobrantes de los dividendos recibidos de las concesiones, una vez cubiertas las inversiones previstas en el plan de crecimiento, y los flujos positivos que se obtengan de la gestión activa de la participación en Repsol.
Dentro de su estrategia financiera, recientemente Sacyr emitió el primer bono social de América Latina. Este bono, por valor de 209 millones de dólares, refinancia la vía Montes de María (Colombia), con un instrumento ligado a objetivos de sostenibilidad, que es una de las líneas de acción del Plan Estratégico 2021-2025.
Sacyr mantiene una posición accionarial del 8% en Repsol, que tiene completamente cubierta mediante estructuras de derivados. Siguiendo un criterio de prudencia, la compañía ha ajustado el valor en libros de Repsol hasta 10,91 euros por acción.
Atractiva retribución al accionista
La retribución al accionista es otro de los puntos principales del Plan Estratégico para los próximos cinco años. El pasado mes de febrero, la compañía pagó un scrip dividend de 0,042 euros cada acción o un título nuevo por cada 47 acciones. El 92% de los inversores eligió el cobro en acciones.
Además, la Junta General de Accionistas celebrada el pasado 29 de abril ha aprobado dos nuevos scrip dividend, cuya rentabilidad estimada se situará entre el 4% y el 5%.