ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
La Atlántida ha capturado la imaginación colectiva durante siglos. Según mitos y relatos antiguos, esta enigmática tierra desapareció misteriosamente bajo las olas. A pesar de la fascinación que genera y las innumerables teorías y búsquedas de sus supuestas ruinas submarinas, la ciencia no ha encontrado pruebas concluyentes de su existencia real. En cambio, sí conocemos otras ciudades que el mar ha engullido realmente a lo largo de la historia.
Una ventana al mundo de la Edad del Bronce bajo el mar
En 1967, el oceanógrafo británico Nicholas C. Flemming descubrió restos de una antigua ciudad bajo el mar, cerca de la isla de Elafonisos, en el sur de Grecia. Se trataba de Pavlopetri, un asentamiento que podría pertenecer a la Edad del Bronce. Al año siguiente, un equipo de la Universidad de Cambridge organizó una expedición para estudiar el lugar. Pavlopetri, con 5.000 años de antigüedad, es una de las ciudades sumergidas más antiguas que se conocen y todavía conserva calles, edificios y tumbas bajo el agua.
La ciudad prehistórica abarca 90.000 metros cuadrados y contaba con un complejo sistema de gestión del agua (con canales y desagües) e incluso un cementerio. “Este lugar, poco valorado en tiempos prehistóricos, resultó ser un puerto próspero, con una fuerte estratificación social y un estilo de vida tan avanzado que llevó al jefe de las investigaciones, John Henderson, a compararlo con la Pompeya griega”, indican los autores de una investigación publicada en 2016. Varios estudios apuntan a que la ciudad se pudo sumergir hacia el año 1000 a.C.. Existen tres teorías que intentan explicar cómo ocurrió: la primera plantea que el nivel del mar fue subiendo poco a poco; la segunda, que el terreno se hundió; y la tercera, que la ciudad se sumergió a causa de un terremoto y un tsunami.
Reconstrucción digital de Pavlopetri. Crédito: Universidad de Nottingham.
Templos, joyas y barcos hundidos
En el año 2000, el arqueólogo submarino Franck Goddio descubrió la antigua ciudad de Thonis-Heracleion, situada a siete kilómetros de la costa de Egipto, en el delta del Nilo. Fundada probablemente en el siglo VIII a.C., esta ciudad portuaria fue durante siglos la principal puerta de entrada a Egipto para los barcos procedentes del mundo griego y destacó por su papel comercial y religioso.
La ciudad sufrió varias catástrofes naturales y se cree que un terremoto la hundió en el mar. El Instituto Europeo de Arqueología Subacuática ha estudiado la ciudad sumergida y descubierto más de 60 naufragios cerca de sus ruinas, lo que refleja la intensa actividad de la zona. En excavaciones realizadas en 2023, se hallaron restos de un templo dedicado a la diosa griega Afrodita y un santuario de Amón con joyas de oro, objetos de plata, cerámicas y bronces importados de Grecia. También se encontraron estructuras de madera bien conservadas y objetos usados en rituales religiosos y funerarios, como platos de plata para libaciones (ofrendas líquidas derramada en honor a un dios) y vasijas de alabastro para perfumes y ungüentos.
Heracleion, la antigua ciudad portuaria egipcia que colapsó bajo el mar. Crédito: Clips2Click.
La ciudad “más perversa” del Nuevo Mundo
Port Royal, en Jamaica, fue el centro comercial más importante del Nuevo Mundo. “Comúnmente conocida como "la ciudad más perversa del mundo", evoca imágenes de piratas merodeadores, audaces conquistas navales, saqueos, riquezas, destrucción y devastación”, indica la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Nació como un cayo estratégico para la limpieza y mantenimiento de barcos cuando los españoles llegaron en el siglo XVI. Tras la conquista inglesa en 1655, se desarrolló rápidamente como una ciudad fortificada y prosperó hasta convertirse en el principal puerto comercial y naval del Caribe inglés, con una economía basada en el comercio de esclavos, azúcar y la actividad corsaria. Fue además un paraíso desenfrenado de alcohol, dinero y sexo, en el que una cuarta parte de sus edificios eran bares o burdeles.
Mapa antiguo de Port Royal. Crédito: The Gentleman’s Magazine / Wikimedia Commons.
Las excavaciones han revelado que la ciudad, además de tabernas, contaba con talleres, viviendas y almacenes. Port Royal destacaba por su riqueza y por ser un importante centro de comercio y piratería en el Caribe. En 1692, un terremoto la devastó y provocó que dos tercios de la ciudad se hundieran en el mar. Posteriormente, incendios y huracanes impidieron su recuperación. Aunque Port Royal continuó existiendo y sirvió como base naval británica y un puerto secundario, nunca volvió a ser el próspero centro comercial y pirata que fue. Hoy en día, es un pequeño pueblo pesquero en Jamaica.
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