ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
Unir la península italiana con la isla de Sicilia. Es el ambicioso objetivo que persigue el Gobierno italiano. Pretende conseguirlo con el puente del Estrecho de Mesina, que sería una de las mayores infraestructuras de su género en todo el mundo. Si bien el proyecto lleva décadas tratando de salir adelante sin mucho éxito, el ejecutivo lo ha reactivado este año. Analizamos los detalles de este majestuoso puente con el que ya soñaban los romanos hace dos milenios.
Un sueño que se remonta a la época romana
En el año 252 antes de Cristo, el cónsul Lucio Cecilio Metelo unió barriles y madera para construir un puente temporal y trasladar 100 elefantes de guerra de Sicilia a Roma, según escritos de Plinio el Viejo que recoge la CNN. Desde ese momento ha habido múltiples intentos de conectar Italia con Sicilia a través del Estrecho de Mesina. Ahora este puente podría estar cerca de hacerse realidad.
El Gobierno italiano ha aprobado un decreto para reactivar el proyecto tras casi dos décadas de parálisis. "Los que ganaron la licitación de 2006 son los que probablemente continuarán con la versión final del proyecto", dijo el vicepresidente y ministro de infraestructura y transporte del gobierno de Italia, Matteo Salvini, en marzo de 2023 a la Asociación de Prensa Extranjera en Roma. En aquel entonces, la licitación para construir el puente se le adjudicó a un consorcio liderado por la firma italiana Salini Impregilo —ahora llamada WeBuild—, del que forma parte Sacyr.
“El puente sobre el Estrecho de Mesina es un proyecto que puede comenzar a construirse de inmediato. Tan pronto como se restablezca y actualice el contrato, el proyecto podrá comenzar”, dijo el director de ingeniería de WeBuild, Michele Longo, al Parlamento. Según contó, esperan que el diseño ejecutivo dure ocho meses y que se tarde un poco más de seis años en levantar el puente.
El puente suele presentarse como una de las mayores infraestructuras de su tipo. Crédito: WeBuild Group.
El puente colgante más largo del mundo
Si se construyera, abarcaría 3.200 metros y sería el puente colgante más largo del mundo. “Su cubierta tendría 61 metros de ancho, mientras que las dos torres de las orillas tendrían 399 metros de alto”, explica WeBuild. El puente tendría tres carriles para vehículos por sentido —dos para tráfico regular y un tercero para emergencias—, además de uno para el ferrocarril. En teoría, “podría permitir el paso de seis millones de vehículos y 60.000 trenes al año, acercando a los cinco millones de habitantes de Sicilia al resto del continente”.
Desde WeBuild estiman que construirlo costaría aproximadamente 4.500 millones de euros. “El coste del puente equivale aproximadamente al 40% del total de la red de infraestructura que lo acompañaría”, explica la compañía. El 60% restante correspondería a obras relacionadas. Por ejemplo, la mejora de las redes de carreteras y ferrocarriles en Sicilia y Calabria supuestamente costaría unos 5.300 millones de euros. Otras obras como la construcción de tres estaciones ferroviarias en Mesina y una oficina central en Calabria y la preparación del terreno para reducir los riesgos hidrogeológicos costarían 1.100 millones de euros.
De construirse, el puente del Estrecho de Mesina sería uno de los puentes colgantes más largos del mundo. Crédito: WeBuild Group.
La resistencia al cambio y otros desafíos
¿Qué supondría la construcción de este puente para Sicilia? "Desde que Italia se unió en 1861, el puente ha sido aclamado como el salvador del sur rural, para ponerlo en sintonía con el norte industrializado y el resto de Europa", cuenta Aurelio Angelini, profesor de sociología en la Universidad de Palermo y autor de El puente mítico sobre el estrecho de Mesina, a la revista Wired. Pero, en realidad, el proyecto no ha sido respaldado por algunos habitantes por motivos económicos, políticos y ambientales. Y por otro motivo importante, según Angelini: la resistencia al cambio. “Los sicilianos y los calabreses están divididos, pero la mayoría está en contra del puente. Algunos no quieren renunciar a viajar en ferry porque antropológicamente es lo que siempre ha representado la conexión con el continente”, afirma.
Su construcción conlleva algunos desafíos. “El principal problema es el viento”, cuenta Giuseppe Muscolino, profesor de ingeniería en la Universidad de Mesina. Pero insiste en que el diseño se ha perfeccionado en un túnel de viento y considera que puede construirse de forma segura y exitosa. Sus impulsores aseguran que el puente será resistente tanto a terremotos —de hasta 7,5 en la escala Richter— como a fuertes vientos de hasta 300 kilómetros por hora. "Si la situación se vuelve demasiado grave, es posible que sea necesario cerrar el acceso de vehículos durante unas horas, pero ese tipo de suceso ocurre cada cinco o 10 años y, por lo general, también detiene el tráfico de transbordadores", afirma Enzo Siviero, un ingeniero y diseñador de puentes que apoya el proyecto.
El puente tendría tres carriles para vehículos por sentido, además de uno para el ferrocarril. Crédito: WeBuild Group.
El Ministerio de Infraestructuras y Transportes de Italia considera que este puente “representa un importante motor de la economía nacional y sería uno de los corredores estratégicos de la política económica de la Unión”. Salvini cree que, llegados a este punto, “es menos costoso construir el puente que no construirlo” y ha prometido que la construcción comenzará en el verano de 2024. ¿Se hará de una vez por todas realidad el megapuente con el que ya soñaban los romanos? El sueño parece estar un poco más cerca de cumplirse.
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