El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, detalló hoy ante la Junta General de Accionistas (JGA) las grandes líneas del Plan Estratégico 2021-2025 que evolucionará en los próximos años el modelo de negocio de la empresa.
La asamblea de accionistas se celebró, por segundo año, de forma telemática para evitar los riesgos asociados a la pandemia de la Covid-19. Los socios aprobaron por mayoría las cuentas anuales de 2020 y el resto de los puntos que figuraban en el Orden del Día.
Manrique destacó en su discurso que, a lo largo de esta crisis, “uno de los principales objetivos de Sacyr ha sido preservar la salud de los empleados, colaborar para paliar los efectos de la enfermedad y ayudar a colectivos desfavorecidos a mitigar sus graves consecuencias”.
“Nuestra guía ha sido mantener el mayor nivel posible de actividad con la máxima seguridad, permitiendo el mantenimiento del empleo de nuestros más de 45.000 profesionales en todo el mundo”, señaló.
“En 2020 hemos tenido que superar grandes pruebas debido a la crisis de la Covid y lo hemos hecho gracias a nuestros enormes profesionales”, remarcó el presidente.
Manuel Manrique subrayó el espíritu de superación de Sacyr en medio de la pandemia: “Hemos sido capaces de resistir con fuerza el impacto, gracias al carácter concesional y a largo plazo de la mayor parte de nuestros proyectos y servicios, que tienen un bajo riesgo de demanda”.
Nuevo ciclo estratégico
Manuel Manrique presentó a los accionistas el Plan Estratégico 2021-2025, que da continuidad al ciclo estratégico que se cerró el pasado ejercicio. “El nuevo Plan está basado en los pilares de éxito del anterior, pero evolucionando nuestro modelo corporativo global para que genere aún más valor a largo plazo y sea más sostenible”, explicó.
En este nuevo ciclo, las dos palancas principales son la gestión de la caja y la promoción del talento. “Nos permitirán alcanzar nuestros objetivos financieros, reducir la deuda con recurso, generar valor para el accionista y avanzar en el reto de la sostenibilidad”, remarcó el presidente de Sacyr.
El Plan pone foco en el desarrollo del modelo concesional de Sacyr, que le permite generar valor en toda la cadena de un activo: desde la detección de oportunidades, hasta la licitación, financiación, diseño, ejecución, puesta en servicio y operación y mantenimiento.
El presidente de Sacyr destacó que la compañía impulsará su posición como “referencia mundial en el mercado global de las concesiones de infraestructuras”. Manrique puso en valor la cartera actual de la empresa y cifró en más de 20.000 millones de euros el Ebitda latente del portfolio de activos concesionales.
Manuel Manrique detalló las principales cifras de este Plan. El resultado operativo crecerá el 85% y alcanzará los 1.200 millones de euros; el flujo de caja aumentará el 80%, hasta 1.000 millones de euros” y las inversiones sumarán 5.000 millones, de los que 1.000 corresponderán a capital propio.
El presidente, además, marcó como prioridad la reducción de la deuda con recurso “al mínimo posible, incluso eliminarla”.
La retribución al accionista, comentó el presidente, se mantendrá en una rentabilidad de entorno al 5% actual, “un porcentaje muy atractivo teniendo en cuenta las condiciones actuales del mercado”.
El desarrollo del Plan Estratégico ya está dando sus primeros frutos durante el inicio de 2021. En los primeros meses del año, Sacyr ha logrado sus primeros contratos en Canadá, ha iniciado la operación de su primera concesión en EEUU y ha logrado entrar en el contrato de servicios urbanos de Barcelona, entre otros hitos.
Sostenibilidad
La sostenibilidad será una piedra angular del nuevo Plan Estratégico. Manrique explicó a los socios que Sacyr quiere ser un agente del cambio “hacia un modelo de gestión de proyectos y servicios que procuren una mejora de la calidad de vida de todos los grupos de interés”.
Para gestionar la sostenibilidad, Sacyr ha lanzado un plan específico con cuatro áreas de actuación y objetivos concretos.
Cuentas de 2020 y cierre de ciclo
El presidente de Sacyr detalló a la Junta General de Accionistas la cuenta de resultados de 2020. La cifra de negocio aumentó el 9%, hasta superar los 4.500 millones de euros; el margen operativo alcanzó el 16%; el EBITDA creció el 6,5%, hasta 724 millones, y las inversiones en nuevas concesiones se acercaron a los 1.336 millones de euros (300 millones con recursos propios).
“Un ejercicio por tanto cerrado con éxito en la parte económica gracias a la fortaleza de nuestras concesiones con bajo riesgo de demanda y nuestra capacidad de mantener un nivel de actividad alto y seguro”, apuntó Manuel Manrique.