ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
La Sagrada Familia, además de ser la iglesia modernista más alta del mundo diseñada en estilo art nouveau, según el Libro Guinness de los Récords, también ha sido elegida como el edificio más bonito del planeta, como indica el portal de viajes TripAdvisor tras consultar las opiniones de sus usuarios en más de 130 países. Analizamos los secretos de esta estructura única cuya construcción ha afrontado múltiples obstáculos y ha sido fuertemente inspirada en la naturaleza.
Si bien parte de los esquemas de las catedrales medievales, el arquitecto Antoni Gaudí i Cornet modernizó tanto las técnicas de construcción como su función y la simbología. Como afirma el arquitecto Norman Foster, “los métodos de Gaudí, un siglo después, siguen siendo revolucionarios”. En un contexto en el que múltiples arquitectos se inclinaban por espacios acromáticos y con líneas rectas, él apostaba por multitud de colores y las formas curvas.
Más de 50 tipos de piedra y 200.000 toneladas
El 19 de marzo de 1882 se colocó la primera piedra de la Sagrada Familia. Para levantar esta megaestructura de más de 200.000 toneladas de peso, se han utilizado 50 tipos de piedras diferentes. Entre los materiales propuestos por Gaudí, están el hormigón armado, que le permitió crear formas complejas y orgánicas e hizo que el edificio fuera más duradero y resistente a posibles terremotos. Algo que no hubiera sido posible utilizando otros materiales de construcción tradicionales.
También se ha utilizado arenisca de la montaña de Montjuïc, en Barcelona. “A causa de la poca disponibilidad de esta piedra (hace años que las canteras están cerradas y solamente queda la que procede de los derribos de edificios barceloneses), en los ventanales y parte de las torres y cubiertas se han utilizado piedras diferentes, como granitos y otras areniscas”, explica la web oficial del monumento.
En el proceso, cada detalle es importante. Cuando un bloque de piedra sale de la cantera, se extrae una muestra para analizar su calidad, según recoge la revista National Geographic. Algo que resulta determinante para decidir qué pieza del templo saldrá de él. A unos 80 kilómetros de Barcelona hay un depósito de materiales en el que, además de realizarse estas pruebas, se fabrican las piezas del templo. El objetivo es que el montaje en la Sagrada Familia dure el menor tiempo posible y reducir así los posibles riesgos de construir a la vez que el templo está abierto al público.
Para construir la Sagrada Familia, se han utilizado más de 50 tipos de piedras. Crédito: Mikipons / Wikimedia Commons.
Escaleras de caracol y otras influencias de la naturaleza
La Sagrada Familia tiene una fuerte inspiración en la naturaleza. En palabras del propio Gaudí, “el gran libro siempre abierto y que hay que hacer el esfuerzo de leer es el de la naturaleza; los otros libros han sido extraídos de éste y además contienen las equivocaciones y las interpretaciones de los hombres”. Según el Instituto Cervantes, el arquitecto se fijaba en cómo esta “vence a la gravedad y en qué formas son las más resistentes”: “Cuál es la forma de una cueva, de una montaña, de las orillas de un lago, de los nidos de las termitas, de los hormigueros, de las guaridas que crean los animales que, como el hombre, viven en sociedades…”.
Las escaleras de caracol son un ejemplo claramente relacionado con la naturaleza. Pero no el único. Para Gaudí, una columna bien inclinada era más estable que una vertical. Por ello, en las naves planteó una estructura basada en columnas inclinadas que, a partir de la columna de doble giro, se ramifican como si fuesen ramas de un árbol. “De este modo, consiguen definir un espacio que recuerda a un bosque y que, por sus características, invita a la introspección y a la plegaria”, indica la web oficial del templo.
La naturaleza inspiró a Gaudí a la hora de construir la Sagrada Familia. Crédito: Time.
Una guerra civil y otros obstáculos en la construcción
Esta estructura es, sin lugar a duda, la creación más emblemática de Gaudí. El máximo representante del modernismo catalán, que sucedió a Francisco de Paula del Villar y Lozano, se dedicó exclusivamente al templo desde 1914 hasta su muerte en 1926. Él mismo era consciente de que no podría acabar una estructura de tales dimensiones y complejidad, por lo que este trabajo requeriría la implicación de otras generaciones.
La construcción de la Sagrada Familia ha requerido la implicación de varias generaciones de arquitectos. Crédito: Interesting Engineering.
La construcción de la Sagrada Familia, que aún sigue en marcha, no ha estado exenta de obstáculos. En 1936, por ejemplo, fue el objetivo de actos vandálicos en la Guerra Civil española. Además de que se quemaron planos y fotografías y se destrozaron maquetas de yeso, las obras se interrumpieron hasta los años 50. Aunque el objetivo era acabar las obras de la Sagrada Familia en 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Gaudí, estas se vieron retrasadas por la pandemia de coronavirus. Ahora se prevé que ese año esté finalizada la torre más alta del templo, la de Jesús. Aunque todavía es una incógnita la fecha de finalización de los trabajos, hay algo claro: cada vez está más cerca.
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