ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
La Gran Mezquita de La Meca, el complejo Abraj Al-Bait, en la misma ciudad, y el Marina Bay Sands, en Singapur. Son algunos de los edificios más caros del planeta. En su elevado coste influyen múltiples factores, como la calidad de los materiales, la complejidad del diseño, la mano de obra especializada requerida, los permisos y regulaciones y otros imprevistos.
La Gran Mezquita de La Meca
El edificio más caro del planeta es la Gran Mezquita de la Meca, también conocida como Masjid al-Haram. Su construcción comenzó en el siglo VII d.C. y ha experimentado numerosas expansiones a lo largo de los siglos. Se estima que levantar esta megaestructura de más de 400.000 metros cuadrados en Arabia Saudita costó alrededor de 100 mil millones de dólares.
Si por algo destaca esta mezquita a la que acuden millones de peregrinos cada año, es porque es capaz de albergar hasta cuatro millones de personas a la vez. Es decir, poco menos de la mitad de la población de Londres en un sólo lugar al mismo tiempo.
Según los pilares del Islam, todo musulmán que tenga los medios económicos y físicos debe realizar una peregrinación a La Meca al menos una vez en su vida.
La mezquita comprende un patio central rectangular, rodeado de áreas de oración cubiertas. Quienes peregrinan a la Meca deben caminar en sentido antihorario siete veces alrededor de la Kaaba, una estructura cúbica de piedra que se encuentra en el patio y representa el lugar de residencia de Alá en la Tierra.
La Gran Mezquita de La Meca es la mezquita más grande del mundo. Crédito: Megaprojects.
El Abraj Al-Bait
En el segundo ránking de esta lista, también figura una megaestructura situada en La Meca. El Abraj Al-Bait es el rascacielos más alto en Arabia Saudita y uno de los más altos del planeta. La construcción de este complejo de 1,5 millones de metros cuadrados tuvo lugar entre 2002 y 2012 y costó 16.000 millones de dólares. En lo alto de la torre, de 601 metros de alto y más de 100 plantas, se encuentra el reloj más grande del mundo.
Cuenta con cuatro esferas de más de 46 metros de diámetro. En cada una de ellas, las manecillas que marcan las horas miden 17 metros y los minuteros, 22. En su interior, alberga un centro comercial con capacidad para 65.000 personas, un espacio destinado a la oración y un hotel de cinco estrellas.
Abraj Al-Bait es el edificio más alto de Arabia Saudita. Crédito: Looking 4 (En).
El Marina Bay Sands
En el frente marítimo del Distrito Financiero de Singapur, se alza imponente el Marina Bay Sands. Estos tres gigantescos rascacielos unidos por un techo fueron diseñados por el arquitecto Moshe Safdie. Su construcción, realizada entre 2006 y 2010, costó unos 6,2 mil millones de dólares. Con una superficie de 845.000 metros cuadrados, alberga un hotel con 2.560 habitaciones, un centro de convenciones, tiendas, restaurantes, teatros, museos y un casino. En el hotel hay dos suites de 629 metros cuadrados cada una. Según sus creadores, ocupan aproximadamente el espacio de más de dos canchas de tenis.
Sus propietarios aseguran que “las tres icónicas torres se encuentran entre los edificios más complejos jamás construidos”. Cada una tiene secciones inclinadas y rectas. Las tres se unen a 195 metros de altura, creando un parque elevado de 9.941 metros cuadrados conocido como SkyPark.
El levantamiento de esta parte del Marina Bay Sands fue una de las fases “más complejas y desafiantes” en la construcción. Más de 7.000 toneladas de acero se ensamblaron a nivel del suelo en 14 piezas individuales. Cada pieza se izó 200 metros utilizando gatos de tensión, “un método común en la construcción de puentes”. En el SkyPark, hay un observatorio público, senderos para correr, jardines, restaurantes, salones y una piscina de borde infinito.
El Marina Bay Sands destaca por sus 3 torres conectadas en la parte superior por un parque aéreo. Crédito: Details in Luxury.
Entre los edificios más caros del planeta, figuran varios hoteles, estadios, oficinas o estructuras gubernamentales. Por ejemplo, los Resorts World Sentosa, en Singapur; el SoFi Stadium, el Apple Park o The Cosmopolitan, en Estados Unidos; o el Palacio del Parlamento, en Bucarest. Gran parte de estos edificios, además de caracterizarse por una ubicación privilegiada, un diseño excepcional y materiales de alta calidad, tienen algo más en común: son símbolos de lujo y exclusividad.
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