“El teletrabajo está cambiando las ciudades. La gente ha empezado a vivir donde quería". Jorge Nieto, director de la Escuela de Arquitectura del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello en Chile, cree que estamos ante una gran oportunidad para profundizar en el concepto de ciudad sostenible, en el que las relaciones sociales y con el entorno cobran vital importancia.
Jorge Nieto lleva ya diez años trabajando en Chile donde se ha dedicado a la docencia y a realizar proyectos con su oficina Ipiña+Nieto Arquitectos . La pandemia le permitió volver a su tierra natal para trabajar a distancia por el momento.
Desde su visión más académica, aunque también empresarial, ya que cuenta con una oficina de arquitectura, Jorge Nieto aborda el concepto de ciudad sostenible desde un punto de vista en el que las relaciones sociales y con el entorno cobran vital importancia.
Nieto considera que más allá de si utilizamos un material u otro, lo que está claro es que ser más sostenible pasa por no abusar de la necesidad de desplazamientos para vivir, y que las ciudades no sigan creciendo “como una mancha de aceite”. La centralización de los servicios hace que la gente viva en núcleos muy poblados para poder sobrevivir. En una ciudad más pequeña, se reduce la movilidad, lo mismo que se consigue con el teletrabajo.
En contacto con el entorno
Esta tendencia laboral a la que nos ha “obligado” la pandemia, marca el acercamiento de lo que todos deseamos. Vivir de una manera más confortable, y eficiente, donde queremos hacerlo, no donde tenemos que hacerlo.
Su visión transgresora es lo que le ha permitido trabajar en los nuevos conceptos de ciudad, desde la mente de un arquitecto con una visión que va mucho más allá del diseño puro y duro. “Lo que está cambiando las ciudades es el teletrabajo. La gente ha empezado a poder vivir donde quería vivir. Un alto porcentaje de la población no vive donde quiere vivir, sino donde puede vivir: trabajo, colegios, presupuesto, etc. No nos hemos dado cuenta hasta que ha venido esta pandemia que establecerse en otros entornos más conectados con la naturaleza, y diversificar los núcleos urbanos es lo que realmente es sustentable”, explica este arquitecto.
“En ciudades latinoamericanas, a pesar del confinamiento, la gente se ha visto obligada a desplazarse ya que los servicios esenciales siempre están en las zonas más pudientes. En Chile, por ejemplo, parte de la población tenía que recorrerse media ciudad para ir a una farmacia”. Eso en ciudades más pequeñas no se produce, explica Nieto.
Lo que tenemos que potenciar es utilizar más el territorio y potenciar mayor número de pequeños núcleos habitables que te permitan decidir donde vivir. “Respirar aire de mayor calidad y estar más conectado con el entorno. Las tecnologías hay que aplicarlas para favorecer esta posibilidad”.
Su visión pasa por dar más peso a los pequeños núcleos urbanos que ya existen. La normativa debe saber adaptarse a estas nuevas necesidades de la población y no impedir o llegar tarde a este desarrollo en la forma de entender una malla urbana. Al igual que pasa en la vivienda, donde el cohousing o coliving encuentra dificultad para encajarse en ciertas normativas, en los planeamientos urbanísticos hay cierto retraso en entender este cambio de tendencia.
El núcleo urbano se ha mejorado mucho, en cuanto a tener en cuenta al peatón, la bicicleta, las áreas verdes, el reciclado de residuos, no se trata tanto de ir contra el coche, se trata de alguna manera de saber dónde está el equilibrio.
“Me gusta la postura de Jan Gehl que dice que una ciudad está bien diseñada cuando ves a padres y madres con sus hijos paseando, ya que esa imagen responde a un standard de seguridad y bienestar. Richard Rogers decía “La ciudad más amigable es en la que te encuentras a ocho amigos camino del trabajo”, explica el arquitecto.
En cuanto a tendencias de construcción de edificios, según Nieto, cuando te llama un particular para hacer un proyecto, hay dos cosas que siempre salen a la luz: lo que te piden que tiene que tener el edificio (espacios, lugares, calidad, espacial, sostenibilidad) y cuánto cuesta.
Primer edificio Net Zero en América Latina
“Por ejemplo, acabamos de hacer un proyecto que va a ser el primer edificio Net Zero en América Latina, no solo no consume sino lo que genera es aportado al resto del complejo. Esto siempre supone un coste más elevado, pero también un ahorro a largo plazo. Es un beneficio para el planeta aunque en el momento de pagar tiene un coste mayor.
Además, como director de la Escuela de Arquitectura de Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello, ha liderado un reto apasionante.
“En las universidades se enseña una disciplina, con millones y millones de estudiantes saliendo. El drama pasa porque es muy difícil salir y ejercer su profesión. El éxito está en que puedas adaptar tu formación para convertirte en un profesional mas versátil al mundo cambiante. Nuestra idea en este Campus es que un arquitecto pueda terminar haciendo películas, arte, investigación, etc… y por supuesto construyendo en función de sus intereses. El alumno a lo largo de la carrera va personalizando su desarrollo, con un perfil mas adisciplinar,”, explica Nieto. Un Campus novedoso de la Universidad chilena en el que alumnos y profesores de todo el mundo, aprenden el valor de mezclar varias profesiones.