ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
Pese a que Denise Scott Brown es una de las arquitectas más influyentes del siglo XX, ha permanecido durante décadas relegada a un segundo plano. A la sombra de su marido, Robert Venturi, vio cómo sólo le galardonaban a él por trabajos que los dos habían ideado. “No importaba cómo se publicara o acreditara mi trabajo, se consideraba que era de Venturi. La idea de que ambos pudiéramos diseñar parecía inconcebible”, afirmaba hace unos años la propia Scott Brown. Así se abrió paso esta emblemática arquitecta en un sector dominado por hombres.
Un legado que definió una era
Scott Brown, nacida en Zambia y afincada en Filadelfia, ha dedicado toda su vida a la arquitectura: “Me preguntan por qué no saco un hueco para oler las rosas y les digo que las rosas están justo en mi tablero de dibujo". Y yo contestaba que no me hacía falta”. A menudo su obra se asocia con la de su marido, ya que han trabajado juntos desde que se conocieron en la Universidad de Pensilvania en 1962 hasta que él murió, en 2018. Con su firma conjunta, VSBA, definieron el movimiento posmoderno y llevaron el diseño de vanguardia a las áreas suburbanas y los campus universitarios.
Para levantar sus más de 200 edificios, Scott Brown buscaba inspiración en lo cotidiano. Entre sus obras más conocidas, está la ampliación de la National Gallery de Londres en Trafalgar Square, el Seattle Art Museum, la estación de bomberos Número 4 de Indiana y la Squirrel Hill House, en Pittsburg. Tanto Scott Brown como Venturi han pasado a la historia por dar un vuelco al modernismo. La arquitecta considera que “el diseño urbano no debe confundirse con el diseño de arquitectura a gran escala o la búsqueda de hermosas vistas”. “Nuestras ideas deben surgir de una comprensión de los procesos urbanos y los patrones que forman las actividades urbanas", afirma.
En su libro Learning from Las Vegas, publicado en 1972, mapean, fotografían y describen los casinos, estacionamientos y restaurantes de comida rápida. Además de investigar la influencia del movimiento arquitectónico moderno, analizaron la lengua comercial, la iluminación, los patrones, los estilos y el simbolismo de Las Vegas. Este libro, que enseñaba a valorar los edificios feos y ordinarios, se convirtió en uno de los grandes manifiestos arquitectónicos y marcó el comienzo de la arquitectura posmoderna en los Estados Unidos.
Scott Brown buscaba inspiración para crear sus edificios en lo cotidiano. Crédito: PLANE—SITE.
Una arquitecta relegada a un segundo plano
Pese a que Scott Brown y Venturi habían pasado décadas trabajando juntos, en 1991 él fue galardonado con el premio Pritzker. Ella, sin embargo, fue excluida, lo que suscitó un debate sobre los obstáculos que deben afrontar las mujeres para obtener reconocimiento. “No me deben un premio Pritzker, sino una ceremonia de inclusión del Pritzker. Vamos a saludar la noción de creatividad conjunta”, afirmó Brown en 2013.
Una petición promovida por estudiantes de Harvard en la plataforma change.org para que Scott Brown comparta el Pritzker de su marido tiene más de 20.000 firmas. Entre ellas, están las de algunos de los arquitectos más famosos del mundo, incluidos seis ganadores anteriores del Pritzker e incluso el propio Venturi. En la petición, se explica que las contribuciones de Scott Brown fueron fundamentales para que Venturi ganara el premio en 1991: “Fue un desafortunado descuido del comité del Premio Pritzker de Arquitectura negarle el reconocimiento que sin duda se había ganado”.
Arielle Assouline-Lichten, una estudiante de diseño de Harvard que inició la petición, contó a The New York Times que “Denise Scott Brown es algo así como la abuela de la arquitectura”. “Casi todos los estudiantes de arquitectura la han estudiado en la escuela. Todos crecieron con ella como la mujer profesional que siempre ha existido y nunca recibe el reconocimiento", explicó. En 1975 Scott Brown escribió el ensayo Room at the top? Sexism and the Star System in Architecture, en el que describía su lucha por ser reconocida como socia igualitaria de la firma en un sector predominantemente masculino. No lo publicó hasta 1989 por temor a que perjudicara su carrera. A partir de ese momento, ha sido una firme defensora de las mujeres en la arquitectura.
Las contribuciones de Scott Brown fueron fundamentales para que Venturi ganara el premio Pritzker en 1991. Crédito: Michael Blackwood Productions.
Pese a que Scott Brown ha sido relegada durante décadas a un segundo plano, también ha obtenido varios reconocimientos. Tanto ella como Venturi recibieron conjuntamente la Medalla de Oro del Instituto Estadounidense de Arquitectos de 2016. Fue la primera vez que el premio se otorgaba a varias personas. También ha sido galardonada con el el Jane Drew Prize, la Medalla Benjamín Franklin y el Premio Vilcek de Arquitectura. Cuando Scott Brown se retiró del diseño, siguió enseñando e impartiendo conferencias. Aún en la actualidad, su legado influye a diseñadores y pensadores de todo el mundo.
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