ISABEL RUBIO ARROYO | Tungsteno
La Gran Torre Santiago, ubicada en Chile, mide 300 metros. Además de ser uno de los rascacielos más altos de América Latina, destaca por su capacidad para soportar terremotos. Resistió el de 8,8 grados en la escala Richter que devastó gran parte del centro y sur de Chile en 2010. Así se construyeron este y otros rascacielos icónicos de América Latina, como la Torre Obispado, de México, o el One Tower, de Brasil.
Torres Obispado (México)
Las Torres Obispado son un complejo de dos rascacielos ubicados en Monterrey cuya construcción finalizó en 2020. Con una altura de 305 metros y 62 pisos, el edificio más alto del complejo (llamado T.Op Torre 1) es también el más alto de México y de América Latina. En su interior, tiene oficinas, un hotel y un área comercial. La torre más pequeña, de 156 metros y 42 pisos, fue diseñada exclusivamente para alojar apartamentos. Ambas estructuras tienen 12 plantas de aparcamiento.
Los arquitectos optaron por un diseño sostenible. Para ello, implementaron sistemas de iluminación LED de bajo consumo y de climatización eficientes y dieron prioridad a la luz natural para reducir el consumo de energía. También apostaron por el agua de la lluvia para el riego de jardines. Junto a estas megaestructuras se alzará la Torre Rise. Se trata de un nuevo rascacielos que comenzó a construirse en 2023. Si todo sale según lo previsto, medirá 475 metros y tendrá 99 pisos.
La Torre Obispado es la más alta de México y de América Latina. Crédito: Skyscrapers & MegaProjects.
Gran Torre Santiago (Chile)
La Gran Torre Santiago, originalmente conocida como Torre Gran Costanera, mide 300 metros y tiene 64 plantas. Su construcción comenzó en 2006 y, debido a la crisis financiera mundial de 2008 y 2009, no fue inaugurada hasta 2014. Es el edificio principal del complejo Costanera Center, ubicado en el corazón del distrito financiero de Santiago, la capital de Chile. Esta torre revestida de vidrio y con acero reciclado cuenta con un sofisticado sistema estructural de protección antisísmica y utiliza el agua del Canal San Carlos para enfriar el edificio.
Rodeada por la majestuosa Cordillera de los Andes, la Gran Torre Santiago es la expresión moderna de la forma de un obelisco, según el estudio de arquitectura internacional Pelli Clarke & Partners. En sus pisos superiores tiene un observatorio. “Ninguna forma construida por el hombre puede competir con el poder de estas montañas. La torre está diseñada para ser parte de la ciudad, sin pretensiones cósmicas”, afirmó el arquitecto argentino César Pelli, que participó en su diseño.
La Gran Torre Santiago resistió a un fuerte terremoto en 2010. Crédito: OneCity.
One Tower (Brasil)
One Tower es el rascacielos más alto de Brasil y el segundo más alto de Sudamérica (por detrás de la Gran Torre Santiago). Situado en la ciudad de Balneário Camboriú, en el sur de Brasil, es además el edificio residencial más alto de América Latina. Mide 290 metros y tiene 70 pisos. En cada planta hay dos apartamentos, a excepción de cuatro plantas dedicadas a zonas de ocio, según el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH, por sus siglas en inglés).
Su construcción finalizó en 2022 e involucró a más de 2.000 trabajadores. Para levantar esta megaestructura, se utilizaron más de 9.000 toneladas de acero y 24.992 metros cúbicos de hormigón (el equivalente a más de 8.000 camiones hormigonera). El rascacielos cuenta con cinco ascensores capaces de moverse cinco metros por minuto y alcanzar la cima en menos de un minuto.
El rascacielos One Tower es el edificio residencial más alto de América Latina. Crédito: AçoForte Chapas.
Estos son sólo algunos de los rascacielos más icónicos de América Latina. Hay otros como el JW Marriott Panamá, el más alto de Panamá; La Torre Latinoamericana o la Torre Insignia, en México; el Edificio Copan, en Brasil; o la Torre Colpatria, en Colombia. Además de estar situados en América Latina, todos estos edificios tienen algo más en común que llama la atención a primera vista: parecen acariciar el cielo.
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